La inmensa mayoría de mis imágenes son de viajes, naturaleza y paisajes pero a veces me gusta salirme del camino conocido y explorar algunos nuevos terrenos.
En aquella ocasión se trató de realizar bodegones con instrumentos musicales aprovechando que mi hermana Nerea se dedica al mundo de la música y tiene acceso a un buen número de ellos.
Fue un pequeño desafío intentar encontrar algunas composiciones diferentes, combinando instrumentos y tratando de sacarle partido a las texturas y matices de colores de cada uno de ellos.
Creo que un piano, una trompeta o un violín son maravillosos objetos de diseño en si mismos, independientemente del placer sonoro que provocan en las manos adecuadas. Me gustan su forma y su tacto. Su brillo y sus detalles de acabado. Es decir, su innegable belleza estética. Así que disfruté un montón aquel día.
Puedes ver las imágenes a mayor tamaño pinchando sobre ellas.
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