BLOG SOBRE FOTOGRAFÍA DE MIKEL BILBAO GOROSTIAGA

"Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje."
Henry Cartier-Bresson

jueves, 27 de junio de 2013

INDOOR

Hace un mes y medio aproximadamente acompañé a Tomás Andueza, de Urbasa Abentura, en una visita a la cueva de Akuandi, en la Sierra de Urbasa, en Navarra. No soy claustrofóbico ni le tengo miedo a la oscuridad (a ver, soy casi del mismo Bilbao!), pero nunca había sentido ninguna inclinación especial por sumergirme en las entrañas de los montes (más allá de alguna esporádica visita a alguna cueva bien acondicionada para visitas de todo tipo, incluyendo los grupos del IMSERSO).

Así que esta iba a ser practicamente mi primera experiencia en espeleología. Digamos mi bautizo en exploraciones del inframundo. Y resultó bastante interesante.
Era un trabajo en equipo: Tomás se ocuparía de la parte deportivo-técnica (el hombre-topo) y yo de la fotográfica (el hombre-luciérnaga).

De manera que después de posponerlo varias veces por nevadas, lluvias intensas y otras inconvencias de la meteo, una bonita mañana del pasado mes de mayo nos pusimos manos a la obra.




La cueva es de una extensión moderada, un kilómetro aproximadamente, y el recorrido tiene cerca de la entrada un desnivel que hay que salvar con un corto descenso estilo rapel o utilizando una vía alternativa: un pasamanos por una de las paredes de la gruta para aquellos que no padezcan de vértigo.




















El resto del trayecto no tiene apenas pendiente y atraviesa zonas con enormes bloques que se han desprendido del techo. Puede disfrutarse de sorprendentes formaciones de estalactitas y estalagmitas que el agua filtrada por las rocas calizas han ido formando a lo largo de miles y miles de años.  Uno de los clásicos paisaje carstico que se estudian en los libros de geología.

Al final del recorrido la cueva nos regala la vista con dos pequeños lagos donde se reflejan en una rica paleta de colores las agujas que cuelgan del techo. ¡Que gozada de espectáculo !

Estaríamos un par de horas en la cueva, pero la verdad es que se me pasaron volando. Y eso que aquí dentro tiene uno la sensación de que el mundo se para y el tiempo no tuviera mucho significado. Al menos en la escala en la que estamos costumbrados a medirlo.

Espero volver a repetir cualquier día de estos. Mientras tanto os dejo unas imágenes que tomé para que os hagais una idea. Espero que os gusten.







1 comentario:

Iker Aizkorbe Agirre dijo...

Aúpa Mikel!
Acabo de conocer tu blog a través de un comentario en LNH y veo que tu última visita a sido a las entrañas de la tierra. Estoy interesado en hacer fotografía en este terreno (que todavía no he probado), y quisiera recibir información sobre la accesibilidad a los mimos, si necesitas ir con compañía especializada,....
Agradecería alguna información al respecto.
Para enviarme la respuesta, te dejo aquí mi correo: iaizkorbe@yahoo.es